Por La Rioja

La cinta asfáltica se pierde en el horizonte custodiada siempre por los anaranjados cerros de Velasco. Indiferente del tiempo electoral y abstraído del barullo urbano, ese cordón cordillerano que envuelve a esta provincia se convirtió en el foco de polémica de una campaña avivada más por las acusaciones que por las propuestas. Allí, entre las montañas, se gesta un proyecto minero del que todavía se desconocen los alcances que podría tener.

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El gobernador kirchnerista Luis Beder Herrera derogó hace dos años la ley que prohibía la explotación minera a cielo abierto. Lo curioso fue que anuló sin titubeos la misma reglamentación que él había impulsado con puño y letra cuando era vicegobernador de Angel Eduardo Maza, el destituido gobernador con quien rivalizará en las urnas el domingo próximo.

La actitud camaleónica de Beder Herrera levantó sospechas, aunque no las suficientes para mantener en suspenso las exploraciones que llevan hoy adelante compañías chinas y australianas en el rico valle de Famatina, ubicado a unos 230 kilómetros al norte de la capital provincial.

El Famatina, a través del descenso de sus ríos, abastece de agua a toda la región. En esa misma zona, aseguró un puñado de opositores, también activó sus rastrillajes la empresa canadiense Barrick Gold con el fin de extraer oro, plata y cobre.

"Beder era vicegobernador cuando prohibió la minería. No es que cambió su postura, lo que hizo fue proponer una política minera más transparente, con requisitos ambientales más claros a los de la gestión de Maza", explicó a La Nacion el ministro provincial de Infraestructura y Obras Públicas, Javier Tineo.

El kirchnerista Mario Guzmán Soria, jefe del bloque oficialista de diputados provinciales, dijo que las "irregularidades" en la minería durante el gobierno de Maza fueron uno de los argumentos para impulsar la destitución del ex gobernador. A Maza, por ese entonces, se lo vinculaba directamente con la empresa Yamiri SA, que pretendía explotar las riquezas naturales de los cerros riojanos.

La minería, según Guzmán Soria, puede abrir las puertas a un negocio de unos 1000 millones de dólares, aproximadamente.

"Beder dejó de lado sus veleidades antimineras convirtiéndose en un fervoroso defensor de una actividad de la que la población aún no percibe su magnitud", dijo Maza, que rechazó las acusaciones y negó vínculos con Yamiri SA.

Beder Herrera había barajado la alternativa de llamar a una consulta popular para definir el rumbo de la minería, pero jamás se concretó su idea.
El origen

En agosto de 2008, la Legislatura riojana derogó una norma que prohibía en todo el territorio de la provincia la explotación minera "a cielo abierto con cianuro, mercurio o cualquier otra sustancia contaminante".

Esta ley, que había sido impulsada por Beder Herrera en su rol de vicepresidente de la cámara, fue anulada de un plumazo por él mismo dos años después. Es decir que actualmente está habilitada la explotación minera bajo estas características, lo que amenaza con contaminar el agua, aire, suelo y las napas subterráneas, según denuncian agrupaciones ambientalistas.

El ministro Tineo negó tajantemente que esto vaya a suceder. "El Estado tiene participación en algunos proyectos y supervisa que no afecten el medio ambiente", dijo el hombre fuerte de la obra pública provincial.

El viraje de Beder Herrera fue notable. "La Argentina crecerá de la mano de la minería. Las empresas conocen los requisitos ambientales que proponemos, pero les exigimos que hagan parte de los proyectos al Estado porque no nos conformamos con el 3 por ciento que prevé la ley. Queremos participar en una parte de las ganancias", desafió el gobernador a los empresarios.

De esta manera, el Gobierno se volcó como protagonista en la actividad minera: en octubre del año pasado participó con un 22 por ciento de la inversión para obtener uranio en la mina Los Colorados, de acuerdo con el último anuncio que se publicó sobre el tema en el boletín oficial provincial.

Así como la explotación minera desató un escándalo entre los hermanos Gioja, en San Juan, la misma polémica avanza amenazante hacia La Rioja, una provincia con limitados recursos propios y que depende casi exclusivamente del financiamiento nacional.